En medio de la imposibilidad de contacto físico surge una salvedad muy especial: la del sonido. El sonido nos “toca”, ya que la vibración sonora se transmite a través del aire y de la mayoría de materiales. Escuchamos a los vecinos a través de las paredes, notamos bajo tierra la vibración del metro.
El confinamiento cuenta una historia desde los sonidos que nos han rodeado: reales, virtuales, imaginados, o recibidos a través de la permeabilidad de los materiales. Es una historia que transforma a los artistas que la viven y al público que la observa y le afecta, a través igualmente de materiales, distanciamiento, y esta ambigüedad entre lo real y lo virtual.
PRESENCIA es una respuesta en forma de concierto multidisciplinar a muchas de las emociones y pensamientos que hemos experimentado a lo largo de estos meses de confinamiento y nueva normalidad.
El espectáculo nos guiará a través de la vivencia de varios personajes -artistas y músicos, nosotros mismos- que se encuentran solos; a menudo en espacios pequeños, con una total dependencia de dispositivos electrónicos para poder tener algún contacto humano.